¡Tres navíos!: juego de encorrerse

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Los jugadores tienen que distribuirse en dos grupos. Uno de los grupos se sitúa, por ejemplo, en un extremo de una plaza, y el otro grupo al otro extremo.

Antes de comenzar propiamente el juego, el grupo que se va a esconder tiene que decidir dónde se va a esconder, porque detrás va a quedarse uno de los jugadores que debe saberlo para poder juntarse con ellos. Normalmente se queda el que más corre, que será después el encargado de lanzar el grito de guerra: ¡Tres navíos!

Una vez que han decidido el sitio, el grupo va a esconderse; no es necesario que corran demasiado porque el que se queda último no va a salir hasta que haya pasado un tiempo prudencial. Pasado este tiempo, cuando él decide, sale corriendo y a cierta distancia debe dar el grito de "Tres navíos"; en ese momento es cuando el grupo perseguidor debe salir en busca del otro grupo. Debe gritar lo suficientemente lejos del lugar de arranque del juego como para que no lo vean, pero lo suficientemente cerca como para que lo oigan los perseguidores.

El juego puede desarrollarse por todo el pueblo y alrededores cercanos; lo normal es que se pacte previamente entre los dos equipos hasta dónde se pueden alejar.

Cuando el grupo perseguidor localiza a cualquiera de los integrantes del grupo perseguido debe gritar "Tres navíos"; en ese momento finaliza la partida, se dan por capturados y puede comenzar una nueva partida en la que los perseguidos pasan a perseguidores y viceversa. Las partidas pueden ser breves o durar varias horas, según la habilidad del grupo para esconderse (o para hacer trampas y salir del perímetro establecido previamente)


[En Larués se jugaba siempre en la replaceta de las escuelas. El grupo perseguidor se colocaba en la parte baja de la replaceta y el grupo perseguido en la parte alta. El grito de guerra de comienzo de la persecución solía darse alrededor de casa Casilda o casa Esquilador.
Fuente: recuerdos de infancia.]

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