Churrichurri, mediamanga, mangaentera (Juego de saltar)
Se hacen dos equipos –del mismo número de jugadores a ser
posible- por el procedimiento que se estime oportuno, cuantos más jugadores mejor.
Se decide cuál de ellos la paga.
El equipo que la paga se dispone de la siguiente manera:
Uno de los jugadores –puede ser el más débil o el que peor
se encuentra ese día-, se pone de pie con su espalda
apoyada en la pared. El siguiente jugador apoya su cabeza en las manos del que está de pie, a la altura de la tripa
de éste. El siguiente jugador pone la cabeza entre las
piernas del primero, bien apoyada. Y así, del mismo modo, el que viene a
continuación y todos los demás.
El equipo que la goza se coloca al final de la hilera
formada por el equipo anterior y, uno a uno, cada jugador debe saltar, con las
piernas abiertas, para colocarse encima de los miembros del equipo pagador. No
hay que ponerse demasiado cerca para saltar, sino con el espacio suficiente
para coger cierta carrerilla.
Es importante que el primero sea un gran saltador, porque
debe llegar hasta lo más profundo del
equipo, hasta la madre, si puede. Si no es así, el equipo corre el riesgo de
quedarse sin sitio para colocarse según van saltando y, entonces, perder.
Muchas veces se da esta circunstancia,
que no caben todos los miembros, y los últimos en saltar se ponen unos encima
de otros de malas maneras y al final alguno se cae de manera brusca o se va
resbalando hasta tocar el pie con el suelo. En ese momento han perdido.
Una norma importante es que no se puede escalar. ¿Qué significa
esto? Que una vez que has saltado, si te vas resbalando, debes agarrarte bien
para no resbalarte más, pero no puedes hacer una labor activa de subir hacia
arriba. Y si te caes pues, ¡mala suerte!, has hecho perder a tu equipo.
Una vez que todos los miembros del grupo saltador han
conseguido colocarse encima de los otros sin caerse, llega el momento de jugar -lo
anterior han sido preparativos-.
La madre del equipo que está montado sobre el otro (puede ser varón o hembra) dice: “Churrichurri,
mediamanga, mangaentera”. Al mismo tiempo hace una señal con la mano dispuesta
de canto –como si fuera un cuchillo dispuesto a cortar una rodaja- y debe
colocar ésta –la mano- en uno de los tres sitios habilitados al efecto:
La muñeca –churrichurri-
El codo –mediamanga-
El hombro –mangaentera-
La madre del equipo que está abajo debe adivinar si la otra madre
está marcando churrichurri, mediamanga o
mangaentera, contestado con uno solo de estos tres términos. Si lo adivina,
gana su equipo y dejan de pagarla para convertirse en equipo saltador, lo que
de verdad se agradece. Si no lo hace, su equipo debe seguir pagándola hasta que
lo consiga.
Cómo hacer trampas: la madre del equipo pagador puede
pasarse de lista e intentar ver en la sombra –si la hay- la disposición de la
mano de la otra madre. Si esto pasa y es descubierta, pierde.
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Jugábamos siempre en la calle. En concreto, yo me acuerdo de jugar en
la pared de casa de Miguelanaya, la que da a la plaza.
Éste es, para mí, el juego más divertido de la historia. Era un
juego bastante bestia, la verdad.
[Fuente: recuerdos de mi infancia; ilustración de mi hijo Alberto].